Swami Satyananda encontró en el hinduismo la sacralidad de la vida
Por Alizbeth Mercado y José Roberto Rodríguez
Esta entrevista incluye un mantra o plegaria que subimos en un archivo de SoundCloud
George Harrison corea en su canción My Sweet
Lord el mantra: Hare Krishna, hare, hare, hare
rama, rama, rama, hare, hare. En la década de
1960 varios grupos musicales como The Beatles,
The Beachs Boys y el cantautor Donovan, visitaron al maestro de la meditación trascendental Maharishi Mahesh Yogi.
Parece que en esos años de contracultura y hippies, estaba de moda el interés por la India y sus tradiciones, ya que escritores como Octavio Paz y Julio Cortázar se dejaron seducir por las prácticas hindús y fueron a bailar hasta esas tierras (YouTube alberga un video del evento).
Swami Satyandanda Saraswati (Barcelona, 1955)
no practicaba en su juventud un culto en especial pese a que su familia es católica. A los 20 años no sentía conexión religiosa alguna, pero hacía meditación, yoga y su espíritu le llamaba a la India, así que fue a buscar un maestro guía.
Un viaje me cambio la vida, estuve en varios lugares desde el Himalaya hasta el centro de la India y encontré a Swam Mutarayn. Y con él, de forma natural, reconocí este gran tesoro, este espacio de paz y de lucha que existe en todos nosotros, viví un proceso de meditación, de contemplación, para que este reconocimiento se fuera haciendo natural y constante, éste ha sido el viaje de toda mi vida, explicó Swami.
Para compartir su experiencia, Swami escribió el libro El hinduismo (Fragmenta Editorial, 2014) que trata la esencia de lo que significa esta tradición. Habla sobre los textos más importantes, el camino del reconocimiento, de la sacralidad de la vida y de los medios para alcanzar este reconocimiento. “Nos da una clara idea de lo que es el hinduismo, a veces conocido o desconocido en el occidente”.
Actualmente hay clases de yoga en los gimnasios, la gente busca la contemplación, ser natural y convivir con el cosmos es una tarea por cumplir; sin embargo, “hay mucho desconocimiento y esta tradición que tanto aporta, debe ser más bella, más integrada”.
Esta atracción por lo hindú ha desembocado también en deformar ciertos rituales a simples prácticas comerciales, como lo es el yoga y el ser “natural”, porque – describe Swami- se le da mucha importancia al cuerpo:
La auténtica tradición del yoga nos muestra el reconocimiento del quién soy. En occidente hay una obsesión en lo visible, en que soy sólo cuerpo. El cuerpo nace, crece, envejece y muere, no es una idea extraordinaria pensar que sólo existe durante un momento, hay algo en nosotros que rehuye esta idea y se siente eterna, que no se relaciona al hinduismo, está en todos nosotros buscar la infinitud en el corazón.
¿Qué ha malinterpretado la mentalidad occidental? ¿Si se deja de comer carne, el cosmos traerá la paz hacia nuestra mente? ¿Hemos hecho mal la contemplación? ¿Debemos saber mantras? A continuación, Swami enlistó algunas ideas que pueden ilustrarnos por qué en occidente vivimos sin paz.
1) Nos mantenemos en el plan del pensamiento, la mente es movimiento y pensamiento, pero la vida va más allá. Todos tenemos un espacio de paz, de plenitud, que no reconocemos, porque no le prestamos a lo que es útil y siempre estamos en un mundo de las ideas.
2) Yo debo de llevar esta paz a mis relaciones, a mi mundo empírico, a mi mundo relativo, no sólo cuando medito tengo paz, se debe socializar la paz en las acciones. Todo esto debe estar impregnado, en mis reconocimientos y de esta armonía que pueda ver en mí. Yo cambio, mi vida cambia y mi mundo poco a poco.
3) El ser humano no es sólo lo que come. Puede ser vegano e injusto en sus actitudes, el ser humano es una totalidad formada con lo que come, hace y debemos de ser coherentes. La persona espiritual no lo es porque medite o haga oraciones, es espiritual en la forma que trata a su hijo, madre, trabajadores. Por ejemplo, hay una gran virtud en los veganos de no dañar al animal pero no es suficiente, hay que ampliarlo a todos los niveles de nuestra vida.
Entonces ¿qué es la espiritualidad desde la perspectiva de Swami? Es conocerse a sí mismo, saber qué es nuestra parte manifiesta (cuerpo) y sacralizar la vida, integrarse en el cosmos. “Pienso que esta visión del hinduismo es muy importante en este mundo moderno donde el ser humano se ha convertido en productor y consumidor, la sociedad necesita reconstruir su relación con la tierra.
Un punto interesante del libro señala que el hinduismo no es una religión en sentido estricto, es decir no tiene su libro sagrado, mesías ni dogma establecido; es una tradición más antigua que la tierra. “Lo que el hinduismo muestra son muchas formas de comprender la realidad, muchos caminos y acercamientos. Hay mucha libertad y amplitud en el camino de conectarse a los seres supremos”. El objetivo de Swami es que las personas lean y conozcan de qué trata el hinduismo, no pretende conversiones a esta tradición ancestral. Pero si alguna persona apetece saber más y corear mantras como Harrison, puede asistir a la presentación del texto el 17 de octubre a las 18:45 en la librería Gandhi de Avenida Miguel Ángel de Quevedo 121, Ex Hacienda de Guadalupe Chimalistac.